Más difícil todavía: Chacón contra 'dios'

POR una conversación privada de José María Benegas con el abogado Fernando Múgica -difundida por la Ser- nos enteramos en el año 91 de que a Felipe González en el PSOE le llamaban dios. Veinte años después de aquello, uno de sus profetas, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha decidido volver a encomendarse al dios socialista para ganarle la batalla a Carme Chacón. González es la bala de plata que el ex vicepresidente guardaba para dispararla en el último tramo de la carrera. Rubalcaba ya se abandonó a dios en la campaña electoral contra Rajoy y a los votantes no les impresionó lo más mínimo verle en los mítines respaldado por el ser supremo. Pero los votantes no son los militantes. Los delegados con derecho a voto para elegir al nuevo líder pertenecen a una organización profundamente deprimida que añora los dorados años 80 en los que apareció el hombre providencial que sedujo a un país entero. La tentación de volver al pasado glorioso puede ser irresistible. Además, como la memoria es selectiva, los socialistas sólo recuerdan al González victorioso del 82, no al que salió de La Moncloa en el 96 después de un declinar político muy traumático. Se trata de volver a los 80 como Violeta Parra volvía a los 17.

Felipe González ha decidido apostar por otro de los suyos, de la misma manera que nombró heredero de su reino a Joaquín Almunia. «Joaquín, date a conocer, cuando te conozcan te querrán», le dijo. Aquello no le salió bien y ahora vuelve a intentarlo. El felipismo se revela así como una especie de red nada secreta que ha sobrevivido a los tiempos, a las circunstancias y a Zapatero. Todos los que decían que el silente secretario general del PSOE había acabado con la generación de González habrán de revisar sus posiciones.

En estas circunstancias, una vez que Rubalcaba ha sacado la artillería pesada, la victoria de Chacón se antoja poco menos que milagrosa. Un calificativo que encaja bien en la situación. Si la ex ministra logra ganar el Congreso bien puede decirse que habrá vencido al mismísimo dios. Frente a la corte celestial, la aspirante se presentará hoy rodeada de un grupo de mujeres encabezadas por Pilar del Río, la esposa del Nobel José Saramago.

Chacón se refirió a sí misma en un mitin como como «la niña de Felipe». Felipe ha elegido a su amigo antes que a su «niña». La irrupción en escena del ex presidente servirá, no obstante, para levantar un poco el interés mediático de una campaña interna que languidecía antes de la noticia.